Además de ser un gran y divertido orador, Ken Robinson expone una idea básica para alcanzar el bienestar en nuestras vidas: Conocer nuestros talentos es un requisito importante para lograr el éxito en la vida, al menos desde el punto de vista profesional. Sin embargo, lograr descubrir nuestras pasiones es mucho más importante desde el punto de vista del bienestar personal. La magia viene cuando logras combinar talentos con pasiones y de pronto te encuentras en un mundo por completo distinto. Cuando las actividades que realizas, lejos de cansarte te reconstruyen.

La charla de Ken se basa en una serie de historias que incluyen al Dalai Lama, Matthieu Ricard (supuestamente, el hombre más feliz del mundo), Terence Tao (niño prodigio de las matemáticas), Ewa Laurance (jugadora profesional de billar) y Bart Conner (gimnasta olímpico) entre otros.